En momentos en que los neoyorquinos tienen menos dinero en los bolsillos, los precios de los alimentos subieron y muchas familias de escasos recursos económicos hacen malabares para poner un plato sobre la mesa, plantea el rotativo.
Algunos como Roberto Montalvo, inhabilitado para trabajar, tienen que compartir su cheque del Seguro Social con familiares para mantener el hogar.
Antes el dinero me alcanzaba para comer, pero como todo ha subido de precio, mayormente las carnes y las verduras, a veces tengo que llevar a mi familia a un comedor público de una iglesia, plantea Montalvo al describir su situación, algo común para muchos norteamericanos.
Según medios de prensa, tras la recesión económica, el país registró el mayor incremento en el número de pobres desde que se tienen registros.
En Estados Unidos, más de 43 millones de personas viven por debajo del umbral de pobreza, lo que representa al 14,3 por ciento de la población.
Un reciente informe del Banco Mundial asegura, además, que el aumento en los precios de los alimentos llevó a la pobreza a 44 millones de personas en el mundo desde junio último, lo que no excluye a los norteamericanos.
Según Berkys Montilla, una neoyorquina afectada por la crisis, casi todo está caro, las carnes, el arroz, el aceite. Como el dinero no alcanza, señala, he cambiado de marca de productos por otra más económica.
Igual piensa Marcia Peña, otra latina residente en la ciudad de los rascacielos, al asegurar que el salario de su esposo antes era suficiente, pero ahora con el alza de los productos como la leche, el aceite y las carnes el dinero no les alcanzaba.
"Hemos pasado del filete mignón a la sopa de huesos", subrayó Peña, otra estadounidense afectada por el impacto del aumento de los precios en los productos de primera necesidad de forma desproporcionada.
rc/lb
Fuente: PrensaLatina
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